Bichos no, gracias.


Sí, lo sé, soy de lo peor porque no me he pasado por aquí ni siquiera para mirar en qué día vivo... 

Hoy prometo ser muy breve y solo dejaros una reflexión en los límites de una relación... 

¿Estáis preparados? Bueno, si no lo estáis da lo mismo, porque yo la voy a soltar igual... así que... 

Sabemos que con esto de la pandemia mundial, a los solteros del mundo se le ha cerrado el 80% de la búsqueda de compañeros de fluidos, vamos, con quién acostarte de manera ocasional, con quién echar un polvo, con quién follar, con quién... llámalo como quieras porque se entiende ¿no? 

Este mediodía mientras le echaba un ojo a Instagram, una publicación de Moderna de pueblo me ha hecho preguntarme cuánto de hija de puta queda en este cuerpo serrano que el confinamiento ha echado a perder, porque seamos sinceros... todos hemos comido y bebido por encima de nuestras posibilidades y quién diga que no... clarísimamente está mintiendo. 

Qué no había hecho yo tanta videollamada en mi vida, es más, creo que como mucho alguna vez por equivocación y poco más... Pero hace un año todo cambio y depende a qué hora llamaras a tus amigas las videollamadas se convertían o bien en "vinollamadas" o "videobirras", nada de quedar a tomar un té, ¿qué es eso? ¡Qué estábamos encerrados! Bueno, a ver, quedar ya me entendéis... cada uno en su casa y móvil mediante.  

Bien, volvamos a lo que yo os estaba empezando a contar, que ya sabéis que me enrollo más que una persiana y me voy sin querer quererlo por los cerros de Úbeda, que me han dicho que por estas fechas están super bonitos. 

Quizás he madurado cual manzana y estoy empezando a ver las cosas de otra manera o quizás es porque nunca me planto las gafas y ya no sé ni lo que veo, ¡todo puede ser!

¿Volvemos a Instagram? 

El otro día leí una pregunta que me dejó más loca (si cabe) de lo que estaba, sí, puede algo dejarme más para allá que para acà.

Si tienes la confirmación oficial... ¿Te acostarías con alguien que tiene pareja? 

Ojo, ojo, ojo, que digo pareja porque puede ser tanto una chica, como un chico... aunque oficialmente hayan más de un bando y yo haya leído la publicación en cuanto a cuernudas se refiere. ¿Estarías dispuesta a ser la otra persona de una forma descarada? Como dice "Moderna de pueblo": Puedes liarte con un/una tío/tía con pareja porque el/la que debe fidelidad a su pareja son ellos y no tú. O por el contrario, ¿pasas de hacerle daño a otra persona y se te seca el coño con un tío traidor? (Mierda, no se me ocurre nada para hacer el ejemplo al revés... esto es el calor que me deja aplatanada, coño) O como idea loca, ¿le mandarías a la mierda y se lo contarías a la pareja oficial porque a ti te gustaría saberlo? 

Yo creo que mientras escribía #quierounloboferoz y me convertía sin poder (ni querer) evitarlo en toda una experta en Hijoputismo que si no es una carrera poco le falta 

Sí, lo sé, son demasiadas preguntas y quizás ahora no es  la mejor hora para ello. Pero, después de leer este post que ha colgado Moderna de Pueblo, he pensado seriamente en los límites de una relación... ¿Qué molesta y qué no? ¿Se tiene que hacer una reunión informativa al principio para marcarlos o ya se sobreentiende?

Vale, olvidad esto último porque después de una reunión internacional (es lo que tiene que tus amigas vivan en el quinto chirri cada una) hemos llegado a la conclusión que al menos aquí en la ciudad condal... pues que se sobreentiendan estás cosas no, mal, parece que muchos lo tienen suspendido. Aix, que les va a quedar para septiembre. 


¿Entonces? ¿Qué opción sería la adecuada? 

A - ¿Estarías dispuesta a ser la otra persona de una forma descarada?

B - ¿Pasas de hacerle daño a otra persona y se te seca el coño con un tío traidor? (Aquí tened en cuenta que mi imaginación está aplatanada por el calor y no he encontrado un sinónimo para hacerla masculina, pero vamos... que la idea es que no se os levante ni con Viagra)

C- ¿Le mandarías a la mierda y se lo contarías a la pareja oficial porque a ti te gustaría saberlo? 


Se abre la veda, podéis pensarlo todo el fin de semana. Yo este fin de semana prometo contaros algo que os va a dejar como un árbol de navidad en pleno agosto... desubicadas perdidas. 

Mientras tanto, seguiré contestando de incognito a muchas de vuestras preguntas sobre desastres amorosos, cuernos, celos y demás en un foro molón de internet... ¿Cuál es? Si os lo digo, ya no tendría gracia. 




Cuídale... 
Porque por más que aparente ser "tuy@", 
tiene alas, aprendió a volar y a ser libre hace mucho tiempo.
Valentina Roma.




¡De ese agua no beberé y al final te bebes dos litros!

Información al consumidor. 
Antes de empezar a rajar como si no hubiera un mañana... 
Quiero decir que esto lo digo desde eso que late a lo que llaman corazón, sí, se ve que oye, yo también tengo. 

Y ahora... ¡Empezamos!

Reconozco y no me escondo (básicamente, porque si me escondo… mis amigas vendrían a tirarme piedras al grito de: ¡Pero qué dices!) que siempre he sido la soltera de oro de mi grupo de amigas y si me apuras de amigos también, ¡oye! que yo ese puesto me lo he ganado a pulso durante el trascurso de los años que tengo, que tampoco son muchos, pero algunos sí. Últimamente cuando me preguntaban si me iba a echar novio yo respondía con un… 

¿Yo? ¿Por qué? 

Además, también era habitual que preguntará lo que para mí… eran cuestiones de vida o muerte, preguntas trascendentales que cambiarían el curso de toda vida humana. 

¿Qué come un novio? ¿Lo tengo que sacar a pasear? ¿Qué hago con él? Y la más importante todas, ¿puedo mojarlo? 

Porque todo el mundo ha visto a los Gremlins y sabemos que no están para una tormenta. Y tú, sí tú… qué dices que no has visto los Gremlins… pues no te gustaría, porque seguro que tenemos año arriba, año abajo la misma edad.

Así que el hecho de compartir mi vida con otro ser humano (claro, esto después de todos los gilipollas que me han tocado en la vida, pues oye… una tiene ya un rodaje por corto que sea) me parecía una puta locura, pero de locura de las de… ¡para encerrarte! Lo de tener hijos, ya ni os hacéis una idea. Qué todo el mundo sabe y si no, os lo cuento yo ahora que yo soy más de cachorritos, de esos que tienen cuatro patas, mucho pelo. Bueno, quizás no es el mejor ejemplo eso de las cuatro patas... 

¡Pero me habéis entendido perfectamente!

Qué una cosa os voy a contar y esto ha pasado como que me llamo Valentina Roma… El otro día (bueno, todo el mundo sabe que el otro día puede ser ayer o el día de mi nacimiento ¿estamos o no estamos?) iba yo andando por la calle con mi amiga Almu, quién dice calle dice por todo el centro de la Plaza Sant Jaume de Barcelona y me suelta: ¿Viste a ese chico? Oye, qué parecía un pollo sin cabeza, porque a mí es que estás cosas se me escapan. No lo entiendo, quizás el radar ese de encontrar a chicos guapísimos lo tengo desactivado ya de inicio, porque siempre me ha pasado lo mismo. Creo que cuando el gobierno nos deje salir, dejaré de ser la escudera de mis amigas porque no estoy dando una.

Eso sí… deja que me cruce con un cachorrito de esos que tienen la barriga gorda, qué te digo la raza, el color del collar, la correa y si me apuras me acuerdo del color de los ojos.

Y no, a los niños tampoco los veo, no sé, mi mente debe de pensar que son entes que se mueven o algo… cuando empiece a fijarme en ellos, quizás tenga que empezar a preocuparme, o no… quién sabe, quizás cuando empiece a fijarme en ellos no tienen tanta mala fama. 

Está bien, nada mejor que la vida misma para darte la madre de las ostias cuando menos te lo esperas y verte a ti misma comiendo arroz con leche del mismo plato que tu pareja y decirle con voz de gilipollas, “Amor, límpiate ahí que te has manchado un poco”. ¿En serio? ¡En serio! Os lo prometo, de verdad verdadera.

¿Quién soy? ¿Qué habéis hecho conmigo?

Así que hoy voy a dedicarme a tirarme piedras sobre mi tejado ya buscar las cinco cosas (quizás tengo muchas, pero así a voz de pronto son cinco) que negué en rotundo que haría y ahora, ejem… 

¡Vamos a empezar!

1.   Compartir comida.

En mi puta vida, jamás. Yo soy, o era, mierda… ¡ya no sé qué cojones soy! Bueno, era alguien que se pedía la comida para ella sola. Lo mío era mío y no se tocaba, jamás, en la vida. Quizás y solo quizás, si te habéis portado muy bien conmigo te comías una puta patata frita de mi plato y aún habiéndote dado la patata está claro que te iba a odiar durante un largo rato por haber osado a pedírmela. ¿Ahora? Ahora soy un ser humano que dice; “Prueba esto, ¡Está buenísimo!” En serio, ¿Quién cojones soy y qué habéis hecho conmigo?

Esto, está claro que es porque he pasado mucho tiempo confinada…

2.   Utilizar apodos cariñosos para referirnos al otro.

Lo peor de todo, es que los he odiado toda mi vida y me he reído mucho, muchísimo de mis amigas. ¡Qué cojones! Era la persona que decía, mi madre me ha puesto un nombre para algo, ¿sabes? No, para que vengas tú a llamarme como se te antoje. Está claro, ahora los uso a diario. Mi boca los escupe sin pedirle permiso ni nada a mi cerebro y no hay nada que pueda hacer contra ello.

3.   Poner una foto de perfil de los dos.

¡Es que en mi santa vida! ¡Esto sí que no! ¡Lo odiaba! Odiaba a las parejas que se ponían la foto de perfil en la fuente del centro besándose, era repulsión máxima y ahora mírame… Con mi foto de los dos y mi sobrina. ¡Qué monos que estamos los tres!

4.   “Buenos días, amor”

Yo soy marmota de nacimiento, soy de las que se quedaba dormida a mitad de una conversación, sin despedirme ni nada, a tumba abierta iba y cuando me despertaba… hasta que no me tomaba mi señor café y algún bollo… NI DE COÑA LE HABLABA A NADIE y menos un “Buenos días, amor. ¡Te he echado de menos hoy cuando me he despertado y no te he visto!” Solo me falta ponerle su camiseta de pijama a una almohada. Es que, de verdad, si mi yo de hace un par de años me viera… me pegaba un puñetazo en el ojo que me hacía las sombras instantáneas.


5.   De que le compres un cepillo de dientes a compartir armario.

Gente, creo que este es el paso definitivo hacía el amor. Un día, hart@ de llevar de excursión a tu cepillo de dientes para arriba, cepillo de dientes para abajo y mientras estás en el supermercado piensas; “Es un cepillo, ¿por qué no?” Y cuando menos te lo esperas, estás apretujando todas tus pertenencias para darle cabida a las de otra persona. Si permites amontonar tus bragas para que entren sus calzoncillos… 

Cariño, ahí ya no hay marcha atrás que valga.

Seguro que mis amigas ahora mismo están pensando… ¡Eso es solo el principio! Puede ser, ya os he dicho que solo se me ocurrían cinco. ¡Dadme tiempo, que seguro que en unos meses más lo peto!

Gracias vida, el Zas lo ha escuchado un amigo mío que vive en China y ha dicho que ha quedado oye, pues precioso. Con su eco correspondiente y todo.

Es divertido ser yo, aunque a veces… es difícil y más cuando el guionista de tu vida le da a escondidas a la ginebra y aún así, me encanta quitarle el nórdico a mi pareja, echarle de la cama o hacer bizcochos cual maruja de barrio.

Valentina y las tentaciones.


telebasura

De tele-2 y basura.

1. f.coloq. Conjunto de programas televisivos de contenidos zafios y vulgares.

Todos hemos visto en algún momento algo de telebasura y si dices que no, os recuerdo bellos míos que mentir está feo… ¡MUY FEO!

 Yo reconozco y no me escondo que gracias a Raúl Antón me aficioné a destripar “¡La isla de los infieles!” hay perdón, que me he equivocado y no se llama así, se llama “La isla de las tentaciones”. Para lo que pasa allí, ya le venía bien ese nombre. Es una mierda de programa y que viéndolo no te va a convalidar ninguna asignatura para sacarte un doctorado, pero… y las risas que me doy a costa de esas personas. Eso no está pagado, ya os digo que no está pagado, eso es risoterapia pura y dura y si encima lo acompañas con unos chupitos cuando alguien dice “fidelidad” “prototipo” o algo similar, bueno, entonces ya es otro mundo.

Lo que si que ha hecho este programa por las personas que respiran de forma habitual y no tienen ningún problema psicológico es enseñarnos cosas...

COSAS QUE NO TENEMOS QUE HACER, NUNCA TENEMOS QUE HACER, JAMÁS EN LA VIDA TENEMOS QUE HACER…

 ¿Ha quedado claro o lo tengo que repetir?

Por si no lo has visto nunca (que es lo mejor que puedes hacer en la vida) el resumen es que son cinco parejas dónde los “hombres” dicen que las mujeres (las suyas, claro) son unas putas locas del coño (a ver, que quizás con estas palabras no, pero ya os digo yo que lo piensan) dónde los celos (según ellos sin razón alguna… ejem, ejem) se las comen vivas por todos los lados y sus novios que son unos santos y tienen su propio apartado en la Biblia parecen que sean imbéciles y no se enteren de la misa la mitad (no, no digáis “Hay, pobres” porque de pobres tienen lo que yo de virgen…) Y claro, te venden la moto (o al menos lo intentan) de que ellos tienen que aguantar todo el drama diario de ellas y convivir con esa histeria que las posee como la niña del exorcista (espero que sin vómitos de por medio) una media de cuatro o cinco veces por semana, literal.

A mí más que preocuparme el tema de la fidelidad en este programa (que también, también me preocupa, claro…) Me preocupa más el tema de que tienen muy poca comunicación y mucha manipulación. Pero eh, que la culpa es de ellas ¡siempre son ellas las locas del coño!

Una cosa os voy a decir… ¡LOS COJONES!

Eso sí, lo que me ha quedado claro en estos dos programas que llevan son, estos tres grandes puntos (de momento, porque siempre puede degenerar más la cosa) Así que aquí van las cosas que…

NO PUEDES HACER NUNCA... JAMÁS EN LA VIDA, EN NINGÚN MOMENTO.

TODOS LOS CHICOS NECESITAN TERAPIA, TODOS.

Quiero pensar... que los cuatro (sí, cuatro porque hay uno que medio se salva) licenciados en Gaslighting por la Universidad de Luz de Gas (véase la ironía) que si no habéis escuchado nunca hablar de esa licenciatura es esta: Gaslighting (dale click, que de momento no muerde), no han encontrado un buen terapeuta que los ayude a superar eso de que ahí arriba no les pilote nadie, porque como mucho tienen a un mono tocando los platillos como tiene Homer, (no hace falta que os cuente quién es Homer... porque todo el mundo sabe quién es Homer Simpson) Porque ser celosa...

NO ES BUENO, NO LO ES, EN NINGÚN PUTO MOMENTO LO ES. (Y MENOS SI ME INTENTAS VENDER LA MOTO DE LOS CELOS ROMÁNTICOS.

A estos expertos manipuladores les diría una cosa, bueno unas cuantas, pero en principio una cosa. Sentir inseguridad cuando ves como una chica le lame el cuello a tu pareja o lo que sea, no es ser celosa… ES SER HUMANA. Humana de que te entran ganas de sacar el puto bate de béisbol que tienes guardado en el armario para darle unos golpecitos a ver si las pocas neuronas que tienen ahí arriba empiezan hacerles conexión de una vez. Bueno no, no haría eso, directamente los mandaría con su madre porque seguramente ellas son de las pocas personas que los aguantan y encima los defiendan y me iría de copas con mis amigas para celebrar mi soltería, sí, haría eso, PORQUE ES LO MEJOR QUE TE PUEDE PASAR EN LA VIDA, DEHACERTE DE UNA COSA CON PENE QUE RESPIRA ASÍ DE MAL Y PIENSA PEOR

Ojo… que, si la manipuladora es ella también, eh. Que aquí no discriminamos a nadie.


Por cierto, como apunte
final. 
Este año los papeles se han intercambiado y la más que evidente futura infidelidad por parte de ellos (esto tampoco es una novedad, porque se ve de venir) tiene la lectura de: pobres…
Si ellas fueran las infieles (como en anteriores casos) serían las putas, las zorras y otros adjetivos súper bonitos… pero como son ellos... solo son abiertos y simpáticos a los que le gusta la broma y el coqueteo. Asco, esto da puto asco.

 

CONTIGO NO, BICHO.

No tengo ni idea de quién hace este tipo de casting, pero lo que si que tengo claro es que el día que se reunieron estas personas estaban aburridos y bastante creativos. Porque parece todos están afiliados y tienen acciones en Polytech, Johnson&Johnson, Sebbin o alguna de estas (si no sabéis, que es son empresas que hacen la silicona de las tetas entre otras cosas). Allí lo único que hay natural es el paisaje y tampoco lo puedo confirmar. Esa gente no debe ligar en la calle normalmente, debe de ser eso… “Ohhhh pobres…” (esto lo tenéis que leer como si el “oh” lo dijeran muchas señoras de pueblo juntas.)

En este tipo de programas, no importa si eres imbécil (no importa, no te lo tienen en cuenta, tampoco te tienen en cuenta que no sepas la capital de Zimbabue.) Tú con que tengas unas tetas enormes (en el caso de las chicas) y unos pectorales que eso no tienen que ser sanos (en el caso de ellos) estás a salvo. Así que si entras dentro de lo que ellos consideran “estar bueno” lo demás no importa y da lo mismo que sueltes perlas como: Yo soy influencer porque una vez me compré un móvil. Por cierto, ¿Quién da los títulos de influencer? ¿Es un grado medio? ¿Superior? Tengo que mirarlo, porque quizás me estoy perdiendo algo. Otra preguntó si por la mañana con más luz podría ver como salía el mar, EL MAR. Debe de pensar que por la noche se esconde y luego al alba sale, o algo así… Mierda, joder, quizás es un problema serio, le han inyectado la silicona mal y por eso tienen problemas de riego sanguíneo.

Bellas y bellos del mundo, esto que os voy a decir ahora es el mejor consejo que os darán este año, de verdad. Mostrad vuestro cerebro, porque ese sí y no el culo se os pondrá firme con el paso de los años.

"ELLOS LA INTENTAN CONQUISTAR, PERO YO SOY QUIÉN LA DISFRUTA"

Solo diré una cosa… ¿Alguien les puede devolver a la cueva de dónde los han sacado?

Por favor y gracias.

Y de regalo, la número cuatro (mierda, que no me acuerdo de una puta rima)

VIGILA CON QUIÉN VES EL PROGRAMA.

Yo sí que me voy a afiliar en parte a lo que dijo Raúl en algún momento de su resumen y es que es muy importante elegir a un compañero de cotilleo para ver este programa, porque puedes descubrir que con quién intercambias fluidos (a mí decir novio me aburre mucho) es gilipollas y tú aún no lo sabes. Y a la que escuchas alguna perla como: “Pues no es para tanto” mientras ves el famoso lametazo cual vaca lechera o “Es una tontería, si no ha pasado nada” Pues oye, te dejan pocas opciones… Recordad que el asesinato está penado y lo más seguro es que termines cambiando ese piso de treinta metros cuadrados por el que pagas un riñón por una celda de la mitad... Bueno, a ver, que visto lo visto quizás... 

¡Qué no!, que está feo matar a alguien.  

A lo que yo iba… Por ejemplo yo, celosa, lo que se dice celosa no soy (en ningún momento) recordad que mi ex se fue con una que tenía más tetas que yo y en ningún momento le quise arrear (a él, porque ella no tenía culpa de nada) con mi bate de béisbol (guiño, guiño) pero escúchame, si veo así en directo que le estás inspeccionando la laringe a otra chica con tu lengua… pues lo más seguro es que muy contenta, NO ESTÉ. Puede que incluso durante unos segundos me confundas con una perra sádica sacada de las entrañas del infierno y me marque un Harley Quinn.

Así que la última cosa que añadir a este inesperado resumen es la siguiente.

Todos sabemos que el mercado sentimental está fatal, (ríete tú del de valores) sé que muchas solo pedís que cumpla con los “requisitos” más importantes que son esos de la sinceridad, la comunicación, bla, bla, bla. Pero visto lo visto lo que debéis tener en cuenta a la hora de elegir la persona que está a tu lado es… 

QUÉ NO SEA GILIPOLLAS.


Disney nos hizo imbéciles 2.0


El ocho de diciembre del 2009, con veintiún años creo que tenía, sí, sí, veintiuno… qué tiempos aquellos, en fin, a lo que iba que yo soy de enrollarme mucho. Aquel (imagino) que frío día de diciembre publiqué mi primer artículo. El que sin yo saberlo sería uno de los más leídos y el que me dio la oportunidad de escribir mucho, lo que yo quisiera, quizás lo hacía regular tirando a mal, pero qué bien que me lo pasaba.
Recuerdo que estaba enfadada, mucho, un montón, enfadada nivel… ríete tú de la mala malísima de la Sirenita. Porque yo aquel día era todas las malas en una, era Úrsula, era Maléfica era todas, todas en una. Aún no sé como en un cuerpo tan pequeño entraba tanta maldad. Bueno, con los años os puedo decir con nombres y apellidos porque o mejor dicho con quién estaba tan enfadada... pero no soy mala gente.
Hoy, muchos años después… tantos como que la semana que viene hago treinta y dos, rescatamos aquel artículo y le damos un aire renovado con la garantía de que hemos comprobado que Disney nos entreno a conciencia para ser gilipollas, porque como dicen unas amigas ilustradoras… Disney nos hace imbéciles, es un hecho… no me tiréis de la lengua, que si no después me repito como el ajo.
¿Estás preparada para volver a desmontar esos sueños de princesas?
Venga, ves a por un buen vinito, una tabla de quesos y empezamos.

Antes de empezar hay que dejar claro una cosa, todas, absolutamente todas las chicas de mi edad (y de otras edades, incluso las niñas de ahora) hemos crecido y están creciendo con Disney. Esto no es algo que os esté descubriendo yo ahora, solo estoy constatando un hecho. Así que solo espero que os hayáis dado cuenta (en algún momento de lo que voy a escribir a continuación) Porque Disney nos habrá enseñado muchas cosas, pero la mayoría nos la ha enseñado mal, qué digo mal, fatal, como el ejem, prosigamos. 
¿Cuáles son las peores lecciones que nos ha dado Disney?


1. Que hay que hacer un drama de absolutamente todo.

Muchas recordamos, bueno en verdad yo lo he buscado, pero vosotros no hace falta porque os lo voy a recordar yo… A Bella (la que se enamoraba de un perro grande con mucho pelo, sabéis ¿no?) tirándose a la cama a llorar como si no hubiera un mañana, como una descosida… Pero no es la única porque la Sirenita (sí, la chica mitad normal, mitad pescado) se tiró encima de una roca a llorar también, como si le fuera la vida en ello. Yasmine, (la que se enamoró del ladrón... ese que su socio era un mono, que ahora lo piensas y dices… ¿qué fumaban los que escribían estos cuentos?) En fin, esa también se lanzó a la fuente de su castillo a llorar, qué bueno mira, así el agua caía… vale, no me hagáis caso que sea un chiste horrible, prosigamos. 


La Cenicienta (esa que después de una fiesta perdió un zapato… que escuchadme bien, yo no quiero decir nada, pero en la vida real si pierdes un zapato volviendo de fiesta es que te has bebido hasta el agua de los floreros, eh…) después de que sus hermanastras (que eran muy hijas de puta) le rompieran el vestido, también se ponía a llorar, hasta que después de volver a llenar el mar de Aral de agua, aparecía esa señora regordeta con gafas y lo que ella decía que era una varita mágica y se ponía hacer conjuros ahí en medio del jardín como si no hubiera un mañana, escúchame también… alguien en serio me puede decir que se fumaban los guionistas, digo para que empiecen a repartir ¿sabes? Qué yo también quiero tener esos viajes guapos. Bien, esto no es necesario, de verdad que no lo es. ¿Qué mensaje le estamos dando a las niñas? Que para conseguir algo te tienes que tirarte en plancha a lo que tengas cerca, un banco de madera, una piedra o literalmente al suelo a llorar mientras pataleas y esperas que venga esa señora gorda, con gafas que parece que se haya hecho un pastel de marihuana antes de salir a la calle.

No sé, llámame loca, pero no lo estoy viendo claro esto.

2. Te conozco hoy y nos casamos mañana.

En serio, es que no hay por dónde coger esto. A no ser que te hayas bebido todas las reservas mundiales de Whisky, Tequila y Absenta juntos. De verdad, prueba hacer esto en la vida real y os prometo que os encierran, os encierran de verdad y tu madre te deshereda. ¿Estamos locos? Cómo te vas a casar con alguien que ni conoces, además que todo el mundo sabe que no necesitas un papel para demostrarle a la otra persona que le quieres. Esto lo sabéis, ¿verdad?

3. Todo mejora con una canción.

No sé si todas las “princesas Disney” tienen algún complejo de cantante de ducha, no pudieron entrar al casting de Operación Triunfo o qué te digo yo, llegaron tarde el día de las audiciones. Pero… yo no voy por la calle cantando como una loca, ni siquiera cuando mi novio se fue con otra que tenía más tetas que yo me lo dijo con una canción. ¿Acaso vas a la panadería y le cantas a la panadera que quieres una barra de pan? No, no lo haces porque entonces lo que haría tu entorno a parte de desterrarte del edificio dónde vives, porque imagínate tener a una loca al lado que se pasa el día cantando como si no hubiera un mañana, es encerrarte también, como la loca de las canciones… 
Y después es que las letras no hay por dónde cogerlas.

Por ejemplo: Tal vez muy pronto ya, mi príncipe vendrá… ya jamás nos diremos adiós y seremos felices los dos. Es primavera ya y suena su canción.

¿Pero no era príncipe? ¿Por qué entonces tiene una canción del verano? No le debe de llegar el sueldo de príncipe y por eso es pluriempleado, no hay otra explicación posible.

4. Los animales del bosque te limpian la casa y las ratas son buenas costureras.


Debe de ser que vivo en plena ciudad y por eso no he conseguido que mi perro coja la fregona y la pase por el comedor, debe de ser eso. Tampoco he ido por la calle como una loca con el vestido, los hilos y las agujas en busca de un par de ratas para que terminen de coserlo. Quizás porque la policía si me ve por la calle, en vez de animarme a buscar a las ratas costureras (esas que salen en las películas) lo más seguro es que me lleve a la planta de psiquiatría del hospital más cercano. Que así no me extraña que las niñas quieran un ciervo como animal de compañía, no me extraña si le estamos dando el mensaje subliminal de que ellos serán los que se encarguen de limpiar su habitación, ¿qué no lo estamos viendo?

5. Lo de Blancanieves es un caso aparte.

Blancanieves podría salir en portada en cualquier columna de sucesos, de verdad lo digo. Lo que pasa es que el señor Disney, sí, ese que dicen que se metió en un congelador y lo tienen ahí entre los guisantes y las barritas de merluza, lo endulzó hasta sufrir una sobredosis de azúcar. Pero ¿tampoco lo estamos viendo? Que esa chica se metió en una casa con siete tíos a vivir, enanos sí, pero tíos, al fin y al cabo. Qué encima los colgados la miraban cuando dormía, decidme si eso no es de primero de psicópata, ¿lo veis ahora? Con esto, ¿qué mensaje le damos a los niños de hoy en día? 


Qué luego viene una señora que tiene entre los noventa años y la muerte, le da una
tarta de manzana y ella tan tranquila la coge, cantando también y se la come. Literal, os lo prometo que se come la tarta, literalmente. Qué claro, vete tú a saber la de setas alucinógenas que llevaría eso que termina muerta (porque tiene un tono de piel que eso de estar viva no es. Dicen que está dormida en un sueño profundo, pero ese tono es de estar criando malvas por lo menos) en medio del bosque rodeada de los siete enanos y ala, a esperar que venga un chico a que le bese. Yo no sé… me despierto, veo a un tío que intenta besarme y yo la ostia se la doy por precaución, porque como decía Eva, muchos lo llamarán manzana envenenada, pero en la vida real eso se llama Burundanga. Y luego con la resaca en todo lo alto que tienes y qué no te acuerdas de nada, te giras y ves a los siete enanos y lo primero que piensas es… menuda fiesta me metí anoche.

6. Necesitas a un príncipe que te rescate, ¡SIEMPRE!

Como si fueras gilipollas y no supieras hacer nada. Da igual que sea un perro enorme que te tiene secuestrada y terminas desarrollando un síndrome de Estocolmo incurable (porque no os engañéis, lo de la Bella & la Bestia es un secuestro y un posterior síndrome de Estocolmo en toda regla), ni que te bese mientras duermes... Que esto parece que en estas películas es un clásico, yo lo veo un abuso en mayúsculas, porque… ¿me has preguntado si quiero que me beses? ¿Te he dado permiso? No, no te he dicho absolutamente nada porque estaba (por norma general) muerta, bueno no, perdón, que Disney lo llama estar en un “sueño profundo” Luego nos pasa lo que nos pasa y con razón, pero ¡qué no puedes besar a nadie a lo loco! qué eso en mi pueblo a parte de ser un poco (bastante) abuso es necrofilia. ¿Tampoco lo estamos viendo? Qué la Bella durmiente, no estaba durmiendo... estaba en el otro barrio, como Blancanieves. 

7.     Si eres feo, seguro que eres el malo de la historia.

No os habíais dado cuenta, ¿verdad? No pasa nada, para eso he llegado yo aquí, para contaros estas historias para no dormir. Pero no me voy a enrollar mucho y solo pondré mis dos preferidas… que, si no vamos a hacer esto más largo que un día sin pan.

Úrsula (La Sirenita): Parece que es una señora en plena crisis de los cincuenta y que se carda el pelo mucho en un tono más bien tirando a plata, que es mitad normal, mitad pulpo (no sé si estáis viendo como yo el exceso de sustancias dopantes de los guionistas de estas películas o aún no) con claros problemas de sobrepeso. Hombre, pues guapa, guapa, lo que se dice guapa… esta señora no es y según la describen en la película ni siquiera es graciosa, simpática o buena gente.  

Maléfica (La Bella Durmiente): No os imaginéis a Angelina Jolie, yo cuando escribí esto me refería a la primera Maléfica. Esa señora tenía la piel de color verde, ¡verde! Y no un verde bonito... luego iba con un cuervo que dices, esta señora seguro que lo ha sacado de la película de Alfred Hitchcock, porque… ¿qué loca lleva un cuervo en el hombro por la vida? Sin olvidar que va maquillada como si fuera a un after a las seis de la mañana, que combinado con esos ojos amarillos… la ves y tienes ganas de llevarla a un centro de rehabilitación por lo menos.
No hay un malo malísimo que sea guapo, no lo hay.

Gastón, el de la Bella & la Bestia no cuenta porque parece que sea un culturista venido a menos y guapo, lo que se dice guapo… pues tampoco.

8. Si con el drama no funciona, escápate de casa…

No, no me he vuelto loca. Ariel (la chica mitad pez, mitad humana) después de hacer el momento drama en la roca y ver que no conseguiría lo que quería… se largo de casa... Bueno, de casa no, de su trozo de océano... con toda su cola (vale, era un mal chiste) Y según parece más o menos en el cuento, esa niña no tiene que tener más de dieciséis años, pero no es la única que se escapa… La cenicienta (esa chica a la que una vieja fumada le ayudó se fue encima de una calabaza y sospechosamente perdió un zapato de vuelta a casa tras la fiesta) también se largó por ahí. Y aquí no termina la cosa, porque no es la primera que se larga a la primera de cambio. Venga niñas, si no conseguís lo que queréis después del momento drama, podéis hacer una mochila e iros a tomar viento fresco, sin problema, con total confianza que seguro que hay siete enanos locos que os recogen por la calle y se os quedan mirando mientras duermes... todo muy normal. 

9. ¿Por qué ninguna princesa tiene madre?

Qué problema tenía el señor que recordemos está (supuestamente) congelado, con las madres, ¿algún trauma infantil? Blancanieves no tiene madre, Ariel tampoco, Yasmine tampoco, Pocahontas creo que tampoco y así puedo seguir un buen rato. Sospecho que es porque todos sabemos que tendrían que haber dibujado a una madre zapatilla en mano con alguno de esos gritos característicos de madre (no, no me refiero al "No me pises lo fregao" aunque también podría) porque la cosa no habría salido como nos lo contaron en esos cuentos. Y esto lo digo, porque si conocéis bien a vuestras madres, ninguno de los puntos de arriba habrían existido y lo sabéis tan bien como yo.

10. Y por último miente… si total, es amor verdadero.

Porque da lo mismo si te secuestró, te encerró en una torre, te mintió sobre quién era o te beso cuando estabas muerta. Es un “príncipe” y es amor verdadero. Tú ponte guapa, que la apariencia es importante y sal a la calle a que te mientan, surrealista, ¿verdad?
Pues es lo que nos han enseñado toda la vida.


Así que cuando alguien te diga que estás siendo un poco dramática, respira, sonríe y piensa que te educaron con Disney porque tus padres (ilusos seres humanos) pensaron que te estaban enseñando valores a través de esas películas.

Pero no os equivoquéis. Ni todo mejora con una canción, ni las ratas son buenas costureras, ni va a venir nadie a salvarte, ni los animales del bosque te limpian la casa, ni vas a conocer a un chico hoy y te vas a casar mañana. No va a pasar y créeme que te alegras de que esto no pase, hazme caso, te alegras, te alegras y te estás alegrando mucho de que eso gracias a Hulk no pase en la vida real.

Y ahora inconformistas del mundo yo os hago una pregunta, ¿realmente le pondréis estás películas a vuestras hijas? Si es que sí, espero que antes le expliquéis que esto es como el porno, ciencia ficción.
Valentina Roma.
Ig. @lacaputtxeta.





A mí háblame normal, porque en moderno no te entiendo.


- Es que le hizo un ghosting en toda regla -escuché como le decía una chica a otra en una terraza del centro y nada más escucharlo, miré a mi amiga ¿un qué? ¿Qué ha dicho? ¿En qué idioma están hablando estas dos? 
Sí, sé que escuchar conversaciones ajenas está mal, está mal y es feo... pero ostias escuchas una palabra rara y tu radar de maruja del visillo se activa, como por arte de magia... No podemos hacer nada para evitarlo ¿estamos o no estamos?
- Tía, pero es que se veía venir. 
- Pobre Claudia, me parece tan fuerte...

Nada más terminar de escuchar la conversación de las dos chicas que se sentaban a nuestra derecha en la terraza del centro, miré a mi amiga... ¿qué demonios era un Ghosting? ¿Qué le había hecho ese chico para ser tan fuerte? 
Así que, a riesgo de que se riera de mí, le pregunté, con dos cojones.

- ¿Qué es un ghosting? 
- ¿Un qué? 
- Un ghosting... 
- Ah, ¿no lo sabes? 
- No, no sé lo que demonios es ¡no lo sé! ¡No sé qué es eso!
- Pues viene de ghost que es...
- No me toques los huevos, hasta ahí llego ¿sabes?
- Era por seguir viendo tu cara de circunstancia un poco más, esa palabra viene siendo cuando después de haber tenido una o varias citas con, en nuestro caso un chico, este... literalmente desaparece. No vuelves a saber de él, jamás te vuelve a escribir e incluso puede que te borre de Instagram o vete tú a saber. La otra versión del Ghosting, es algo así como el Slow Fade, que en nuestro caso sería cuando el chico corta el contacto contigo cuando descubre que no le gustas.
- ¿En serio? 
- En serio. 
- No me estás tomando el pelo ¿verdad?
- Nunca lo haría... 

Pero... ¿qué nos ha pasado? ¿Qué ha pasado? Quiero decir, ya teníamos nombres para esto, no hacía falta cambiárselos, de verdad que no, no hacía falta. Estamos trabajando de más, estamos (o bueno, estáis) trabajando en algo que ya estaba listo y encima lo teníamos por la mano. ¿Queréis un ejemplo rápido? Bueno, si no lo queréis igualmente os lo voy a decir, así que... lo siento, ya os voy avisando que podéis coger una copa y la botella de vino (sí, pasamos directamente a la botella, porque la vais a necesitar). Esto lo dijo en algún momento una monologuista (lo del primer ejemplo, bueno...más o menos) de cuyo nombre no recuerdo, pero para que hagáis una idea de lo que os quiero explicar yo hoy. 

Balconing, todo el mundo sabe lo que es, bueno… todo el mundo menos mi abuelo, pero a la que dices “cerveza, guiris, balcones” el hila muy rápido y ya dice… ah, esos idiotas. ¿Veis? No hacía falta ponerle un nombre, ya lo teníamos o eran esos idiotas como dice mi abuelo o la expresión que todo el mundo piensa cuando un turista a las tres de la mañana no se le ocurre otra cosa que tirarse del balcón a la piscina, habiendo escaleras, ¡qué existen las escaleras! Eres mu’tonto, o eres imbécil directamente pero aquí ya faltas un poco más y tampoco es plan de ir faltándole al mundo. Bueno... aunque tampoco es que parezca que les pilote nadie allí arriba, las cosas como son. 

Runner, otra palabra que está de más, porque todo el mundo ha crecido escuchando la palabra Footing, ahora esa palabra debe de ser el anticristo o Lord Voldemort… ¡no lo sé! Pero vamos, el concepto de que significaba estaba claro, ¡os prometo que lo estaba!

Bien, quizás me voy a explayar por encima de mis posibilidades, pero bueno, que no pasa nada, que lo podéis leer en dos partes… no me voy a enfadar por eso y yo os prometo que voy a intentar no enrollarme, de verdad, os lo prometo, lo voy a intentar, aunque también os ponga ejemplos.

La R.A.E. no sé si en algún momento incluirá estas palabras, yo por el bien de la humanidad espero que no y si las incluyen, espero que antes vaya pelazo. He dicho. Así que vamos a pensar que esto es una moda de modernos y ya está.
¿Ya habéis ido a por el vino? Os prometo que lo vais a necesitar, de verdad verdadera.

Venga, ahora sí, ¡vamos con el top-10!

1.   Ghosting // Slow Fade.
Yo… a ver, para mi esto es un claro ejemplo de eres un poco gilipollas y otro poco más infantil. Qué manía con borrar a la gente de tus vidas, a esta gente porque supongo que será gente y que respirará de forma habitual le voy a decir una cosa, quizás hasta les sorprenda ¡una cosa muy loca! ¡Muy loca! 
Ser sincero es gratis, no cobran, de momento no cobran… 
¡Gratis! ¿Os lo podéis creer?
Editorial Fantasma - Home | FacebookAsí que… personas que desaparecéis cuál caramelo en la puerta de un colegio… vale no, esto ya con tanto veggie no funciona ya… voy a hacerlo mejor. Personas que desaparecéis cuál billete solitario en el suelo de cualquier ciudad, sí, así mucho mejor, porque con esta crisis… Si tenéis algún complejo de fantasma, se puede tratar, os lo prometo. Pero… no es necesario esto, no lo es, en ningún momento lo es… puedes decirlo, ya os he dicho que es gratis, no es necesario marear la perdiz, solo tienes que practicar y decirle: Mira Furgencia (siempre me ha gustado este nombre como ejemplo) qué me pones menos que Leticia Sabater en el videoclip de la Salchipapa. 
Ya está, veis que sencillo es, ¡es muy fácil y gratis!

2.   Breadcrumbing.
Hay que ser mala gente para poner estos nombres eh, que esto con dos cervezas no puedes pronunciarlo bien. Esto… ostras, que hasta Manolo García hizo una canción… Una de cal y otra de arena, hay una canción para esto, ¿por qué cambiarle el nombre? Si hasta teníamos un refrán, es como el perro del hortelano que ni come ni deja comer. Lo teníamos todo, ¡Todo! Una canción, un refrán… ¿Por qué cambiarlo? No sé si es mejor que te hagan un fantasma de estos, total, así te quitas el muerto de encima y puedes seguir con tu vida… ¡No lo sé! ¡Algo! Pero, sobre todo, por favor… podemos reconsiderar lo del nombre, porque no hay Cristo del ColaCao que entienda el concepto de este nombre. ¡No lo hay!

Por cierto, me acabo de acordar que nuestro minion de #quierounloboferoz era de estos… lo estaba diciendo mal, no tendría que haber dicho que era como el perro del Hortelano, tendría que haber dicho que me estaba haciendo un Breadcrumbing y haber rejuvenecido por lo menos cinco años... Mierda, si es que nadie me cuenta estas cosas de modernas.

3.    Gaslighting // Hacer luz de gas.
Ultimo Clan | Web OficialOs prometo que, como Barcelonesa, hacer luz de gas me suena a irme de fiesta a Luz de gas, os lo prometo, pero ¿quién es la persona que elije los nombres? Necesito conocerla, necesito conocerla de verdad. ¿Qué demonios es esto? ¿Qué se ha fumado la persona que elije los nombres? Bueno, dejando el tema de las drogas a un lado, según me han contado “hacer un luz de gas” es desacreditar los sentimientos o las opiniones de… lo que sea, con quién intercambias fluidos, porque otra cosa no, pero ha quedado claro que nos estamos refiriendo a este concepto. ¿Qué propósito tienen estas personas? ¿Qué motivación en la vida? Necesito respuestas. Escuchadme, os lo digo en serio… a mí un chico intenta desacreditar lo que siento o lo que digo y correr no sé si se correrá, pero de la ostia que le doy… no tiene Europa para salir por patas. 
Me ha quedado como un poco agresivo, ¿no? 
Bueno, es que no hay por dónde cogerlo si no... 

4.   Catch and Release.
De verdad, lo de estos nombres no hay terapeuta que lo trate, ¡NO LO HAY! No lo hay, ninguno, en cualquier lado del mundo, NO HAY TERAPEUTA, NI PSICOANALISTA QUE TRATE ESTAS COSAS. Porque cambiarle el nombre al lo que se conoce como “usar y tirar” (como los pañuelos) ahora hay que cambiarle el nombre. Que el señor que hablaba de estos nuevos términos (espero que no se los haya inventado él) decía que también hay una variante en este concepto y es que cuando ves a la otra parte contratante del intercambio de fluidos de pronto… ¡Oh, sorpresa! ¡Ya no me gustas! Escúchame… ¿no te has podido dar cuenta antes? No sé… Cómo sugerencia, eh. Qué a lo mejor soy yo, que no termino de ver los conceptos, pero… es que a esto de toda la vida se le ha llamado tener un cacao mental, ¿no? No sé, quizás estoy mayor... Bueno, un cacao mental o ser un poco bipolar, porque el ahora me gustas... ahora no me gustas a parte de ser un poco bipolar también es de ser un poco cabrón. ¿He dicho un poco? Mierda, tenía que haber dicho cabrón a secas.

Ahora empezamos las cinco de… no puedes ser más gilipollas, amig@.

5.   Negging // Negative-complimenting.
Con esta yo usaría otra táctica… la de acariciarle bajo la lluvia, con un cable chispeante. Literalmente, os lo prometo. Porque aquí, en esta palabra tan “maravillosa” es como cuando alguien te dice; es que ya estoy cansado de las guapas. Como decir que no cumples sus expectativas en cuanto a físico, pero que le interesas y que deberías de estar agradecida porque te está haciendo un favor por conocerte. 
¿Compartís ya mi idea del cable chispeante? Bien, no hay nada más que añadir, porque si tengo que añadir algo más... lo más seguro es que se despertara mi instinto homicida y con el bate de béisbol cerca os prometo que... ¡NO ES UNA BUENA IDEA!

6.   Benching.
Esta es la más antigua de la historia de la humanidad y mira que ha habido historias… Os acordáis de aquello que decíamos que era como cuando en un partido tienes a un titular y a un suplente en el banquillo por si acaso. Pues eso mismo… es de las típicas personas que te llaman cuando vuelven de fiesta porque no han cogido ni un resfriado dónde han ido. También existe la versión no-sexual, pero no vamos a equivocarnos que todos sabemos que las versiones no-románticas son las que mandan. A mí, a las cuatro de la mañana me llamas y me dices que quieres verme y... vale, puede que lo más seguro es que no te coja el móvil, pero... ¿Qué esperas? Luego están esos días que tú estas por ahí, con tus amigas o con quién te de la gana, te llaman estos que hacen esta palabra que no hay dios que la pronuncie de forma habitual y te preguntan, ¿Qué haces? tú, miras la hora... las cinco de la mañana y sonríes mientras piensas que es imbécil..
Pero como eres maja le dices... 
¿A las cinco de la mañana? 
Magdalenas, por supuesto, es lo que se suele hacer a esta hora, ¿no?

7.   Haunting.
                                              Instagram comenzará a ocultar likes
Esto es una mezcla entre la del fantasma y la del gilipollas, ah, no, espera… que todos son gilipollas, a lo del perro del Hortelano me refería. Porque primero hace lo del fantasma y desaparece, pero pasado un tiempo prudencial aparece de la nada en plan… Hola, ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Qué tú piensas… eres imbécil de verdad, ¿no? Ah, no, espera… qué ahora no se hace así… ahora no te preguntan, ahora empiezan a darte likes en las redes sociales y reaccionan a tus historias, por algún motivo… ¿Qué tienes que hacer tú? Pues darte al vino, darte al vino es la mejor opción y la única.

8.   Tuning.
A mí me suena a tunear el coche, pero no… por lo que he leído no. Aunque yo creo que tiene que ser un aficionado a los coches o algo, porque si no… ¡no lo entiendo! Estos son los que después de mil conversaciones bonitas a través de cualquier sitio… pasa a ser Olaf, literalmente. 
Porque... sabéis quién es Olaf, ¿verdad?
Que a veces tú le preguntas, ¿estás vivo? ¿respiras? 
Mira que respirar es importante. Esto de toda la vida ha sido ser un poco bipolar que no os engañen las nuevas palabras.

9.   Cushioning.
Seré breve, porque de estos en #quierounloboferoz hemos tenido a montones. ¿Os acordáis de Eric? Sí, sí, el de la Sirenita. Pues esto es lo mismo. Un ser que respira (porque hemos quedado que respirar era importante) que tiene pareja, compañero, persona con la que intercambias fluidos de forma fija, pero, que, por algún motivo extraño, algún cortocircuito cerebral… empieza a ligar con otras personas. ¿Qué necesidad? ¿QUÉ NECESIDAD? Mal, lo estamos haciendo mal todo el rato y lo peor de todo es que luego nos quejamos, pero nos quejamos por gusto. 

10. The Lemming.
No, no estoy hablando del videojuego dónde tienes que coordinar a mil duendes feos y amarillos que parecen que estén enfermos en plena batalla, no, no estoy hablando de esos. Aunque lo de duendes feos, podríamos comprarlo. Estos son los que… os voy a poner un ejemplo porque será mejor. Dos amigos, uno por alguna razón deja a su pareja y el otro, que debe tener algún tipo de complejo no diagnosticado se une al momento, se afilia a la ruptura y deja a su pareja también. Pues es eso, literalmente esto. Yo… a ver, quedan tres meses para navidad, pero... ¡cómo idea!
Yo empezaría hacer la carta al gordito que va de rojo y tiene tendencia a entrar en casas ajenas por la chimenea (ya verás cuando se entere que existen las puertas) para pedir algo de personalidad.

Yo... Creo que me estoy haciendo mayor porque todas me suenan a Arameo antiguo.. de verdad que me estoy haciendo mayor porque creo que todas estas palabras no las habría inventado nadie si, ojo... como idea loca ¿eh? alguien les recordara que...

¡SER SINCERO SIGUE SIENDO GRATIS! 

¿Os podéis creer que hay gente que no lo sabe? Os lo prometo, que hay gente que no lo sabe, quizás deberíamos de invertir un poco más en educación para que existiera otra asignatura dónde repitieran como si de una secta se tratara esa frase... 

En fin, vamos a seguir con el vino... porque como os he dicho antes, esto no hay terapeuta que lo trate, de verdad que no. Pero no pasa nada, porque aquí estaré yo con vosotros, porque nosotras, las normales (bueno, a ver, eso de normal... me habéis entendido) somos la resistencia. 

Valentina Roma.
Ig. @lacaputtxeta