El amor en tiempos de Tinder.



Hola, soy Valentina Roma. Como dice en la descripción y también estoy en Instagram @lacaputtxeta, aunque por norma general no llevo ninguna capa roja... Llámame loca.

Ahora y antes de daros la chapa, voy a presentarme... porque está mal llegar y ni siquiera decir algo sobre ti, ¿no? Nací en 1988, así que creo que soy milenial, no sé, he dicho creo porque nunca sé a partir de qué año eres milenial o imbécil. Aunque soy disléxica escribo libros, de verdad, de los que se leen... Increíble, ¿cierto? En fin, también estudié... quizás no bien, pero al menos terminé y no pude evitar acordarme de mi profesora de literatura que me decía que no llegaría ni a barrendera, pobre señora Rottenmeier. Tendría que haber pasado por el colegio a llevarle el máster, pero para qué engañarnos si nunca pasé a recogerlo. También llevé durante unos nueve años el blog #Quierounloboferoz, está bien, decía verdades sobre el sexo y algo que los hombres a día de hoy siguen sin entender. Voy a repetirlo a ver si está vez, queda claro. 

Nuestro clítoris tiene ocho mil terminaciones nerviosas... qué digo yo que no tiene que ser tan difícil encontrar alguna, ¿no?

En principio y en después aquí no vengo a criticar a los hombres, aunque ahora venga hablaros del Tinder, llámalo Tinder, llámalo Badoo, llámalo cualquier aplicación que capitaliza o intenta capitalizar el amor, bueno he dicho amor... tendría que haber dicho sexo o intento de sexo. Aquí vengo a contaros más cosas, muchas más, porque yo me levanto por la mañana y pienso hoy va a ser un buen día, ¿qué puede salir mal? 

Todo, puede salir mal todo. Pero bueno, voy a empezar a contaros lo que venía yo a contaros, porque me enrollo como una persiana y así, pues no se puede. Hoy había pensado en ir a la playa con mis primas, en plan salida de chicas... normal, ¿no? Pues está tronando, ¡TRONANDO! ¿Veis lo que os decía? Todo puede salir mal, pero mira, al menos refresca... estas frases las empecé a decir una vez hice los treinta... Si aún nos los tenéis, ya os llegará.

Hace veinticuatro horas me abrí un perfil en una aplicación de estas, pues por probar ¿no? Vale, en verdad me aburría como un árbol de navidad en agosto. Así que pensé, ¿por qué no? Total, así después os puedo contar "El amor en tiempos de Tinder. Llámalo Tinder, llámalo como quieras."

¿Qué te digo yo? Algún psicólogo, psiquiatra, psicoanalista puede pasarse un rato por esos lugares y así hacernos un favor a todos. Ya no solo porque llenarían la agenda para los próximos meses o incluso años... Es porque quiero que le saquen información de dónde consiguen esas drogas que se toman para tener los viajes guapos que tienen, de verdad, es necesario.

No sé si os habéis abierto un perfil en una App de ese tipo, no pasa nada, para eso estoy yo aquí, para informaros un poco y verlo desde otro punto de vista. 

En estas Apps tienes a los colgados (el de las drogas, los viajes y los unicornios) después tienes a los que tienen cuarenta años, siguen viviendo con su madre y se preguntan cosas locas como, ¿por qué sigo soltero? 
Que claro, tú en ese momento piensas... pues no sé amigo, yo tengo un par de teorías, pero tú verás... Tu madre te sigue poniendo bien el flequillo con su saliva, pero tú piensa y teoriza lo que quieras. 
Llámame loca, pero creo que ese detalle te puede dar un par de ideas al respecto. 
Está bien, perdón, mis amigas dicen que no lo digo bien. Pero es que no hay forma de decirlo bien, son unos armarios babosos, calvos (pero no calvos sexy, no, de los que dices... ¡ojo!), que visten como el culo ¡Cómo un loco sin ojos! Qué su madre le trae el Cola-Cao para merendar y le compra esos calzoncillos de señor mayor ¿sabéis los que os digo? Esos de pantalón rancio que tienen una especie de abertura que a la que te muevas un poco se te ve todo, ¿sabéis ya? Pues eso, mirad a ver si lo he dicho bien o no... 
Hombre, que es que así no pillas ni un resfriado.
Mis amigas por su parte dicen que son "especiales"... comprad la versión que más os guste, lo dejo a vuestra elección porque para gustos, colores.

Vale, perdón, sigo... veis como me enrollo como una persiana.

Después tienes a esas personas que cada vez que escriben un filólogo muere de pura desesperación y la RAE llora lágrimas de sangre, que no negras como la canción. Yo siempre he dicho que si el chico me escribe sin faltas de ortografía y con los signos de puntuación correctos... voy a la cita sin bragas. 


Esto es un claro ejemplo de los que tienen complejo de tuneladora.
También están los babosos salidos que solo quieren meterla por algún lado, el que puedan... yo les aconsejaría que se pusieran al sol (bueno, hoy no porque llueve, qué digo llueve... ¡Truena!) A ver si terminan de hacerse y dejan ese complejo de tuneladora barata que tienen, porque así no van bien, nada bien, cero de bien. Ellos nada más empezar te dicen que eres muy guapa, bla, bla, bla y después corriendo sin perder un segundo ¡Pam! foto, qué los colgados te mandan una foto sin avisar ni nada, a pura traición. ¡A veces incluso te asustas, te lo prometo! Y tú, que ya llevas años practicando eso de la sinceridad brutal y terrible, que también eres una moderna de la vida le preguntas, ¿eso te funciona normalmente? Y TE DICEN QUE NO, ¡QUÉ NO LES FUNCIONA! Amigo, ¿qué te digo yo? Deja de hacerlo entonces, ¿no? Porque yo no quería una foto tuya, no te había dicho nada de nada, estaba aquí de buen rollo con mis cosas de treintañera.... 
¿Qué pretendías? ¿Qué te tirara las bragas a la cabeza? No gracias pero no, no quiero fotos tuyas, ni fotos, ni virus, gracias. 

Es que no contento con eso, después te dice que te ha visto y ha empezado a sentir cosas por ti... tú piensas que son gases y claramente aún no se ha dado cuenta, pero siempre te dan ganas de decirle que eres terrible y por eso nadie se ha atrevido a darte el anillo de Sauron, ¡Qué por algo será!

Pero la cosa no queda ahí, claro, por supuesto... ¿cómo iba a quedar la cosa ahí? Cuándo ha entendido mucho tiempo después, que no tienes intención de tirarle las bragas a la cabeza te dice un "ok, borde" ¿Cómo que "ok, borde"? Qué he estado los últimos quince minutos de mi vida hablando de buen rollo contigo para no herir tus sentimientos... qué no te tomes las cosas bien no es problema mío, ¿sabes? no lo es, no lo es. Hazlo bien amigo, hazlo bien la próxima vez y no te preguntaré si esas cosas absurdas que haces te funcionan. 

Les pilota alguien ahí arriba, ¿eh? No, lo pregunto en serio porque me preocupa, quizás no estamos destinando los recursos suficientes para esta gente y necesitan más atenciones. También es verdad que le dije que por si le interesaba, había cursos para aprender a ligar en verano, en plan campamento... Vale, cuestan casi mil euros, pero coño, ya lo tienes, no tienes que estar haciendo el ridículo y probando a pico pala cosas que no te funcionan con nadie y esto lo digo con conocimiento de causa porque me lo contó, os lo prometo que me dijo que no le funcionaba con nadie. 

¡Qué tu mismo lo asumes! ¡Qué no te estoy diciendo nada nuevo!

Una amiga, de una amiga, de la prima de una conocida... Me dijo que había cambiado las etiqueta del champú del baño por el Tinder, que podías hacer "este sí, este no" mientras hacía sus cosas en el trono... 

Así que ojo, ¡ojo! Lo que vais a leer ahora, todo el mundo lo piensa pero he venido a decirlo yo. 

Románticos del mundo que os pensáis y os montáis la película de que ese chico maravilloso que en las fotos sale en un barco (que ya os digo que un poco más de postureo y no entráis en la foto) y te ha dado un "me gusta" digo me gusta, pero puede ser un Match o como se llame en cada aplicación, pues eso, te ha dado un me gusta mientras se tomaba una copa de vino y se imaginaba la vida junto a ti, en ese barco viendo el atardecer.. ejem, ejem. 

Como consejo personal, yo, Valentina Roma os aconsejaría que os empezarais a bajar de la nube porque después el ostión será terrible. Esto lo digo como idea, que luego podéis hacer lo que queráis.

No, no os penséis que estoy jodida... solo soy realista. 

En unos días os contaré porque creo que Disney nos hace imbéciles pérdidas, pero oye... paso a paso que ahora estamos hablando de las fotos y del amor en tiempos de Tinder, digo Tinder pero podría decir muchas otras Apps.

Después pasamos al tema fotos... están esos aspirantes a tronistas, Youtubers... ¿influencers? Qué buscan barcos, desiertos... entran a los restaurantes de lujo solo para hacerse una foto, de verdad os lo digo... Y luego estás tú, que eres igual de feliz comiendo una pizza que un rodaballo, sí, también existimos las raras que van más allá de la ensalada y no comparten el postre... ¡no lo compartimos! ¡Pide uno para ti y deja el mío! Joder, es que algunas nos suda lo que nos viene sudando y pasamos de los kilos de más, porque la comida es uno de los placeres de la vida. 

Aunque también están los "sinfotos", para ellos también tengo una pregunta, bueno dos, ¿qué os pasa? ¿No os gustáis? ¿Qué problema tenéis? ¿Alopecia? ¡Nos interesa saberlo! Porque si no, ¿Cómo demonios queréis que os demos match si no os vemos? ¡No os vemos! ¡No sabemos cómo eres! Qué a lo mejor eres un Brad Pitt, pero lo más seguro es que seas como Mr. Bean, ¿entendéis?

En estas veinticuatro horas de Tinder, me he dado cuenta que esto es un poco como cuando entras a "los chinos" tienes un poco de todo, no siempre de la mejor calidad y siempre está todo revuelto. Tienes calvos, barbudos, surferos hípsters de Madrid, qué tú dices hípster vale... ¿Pero surfero? ¡Qué Madrid no tiene playa! En fin, sigo... Bomberos, pardillos, bomberos pardillos, atletas sexuales, asexuales, muy españoles y mucho españoles, los que están de vacaciones y no hablan ni papa tu idioma pero que te dicen (esto es muy real) que podéis comunicaros con emoticonos, en serio, veis lo que os decía de las drogas y los viajes... Gente que va a tumba abierta con el pecho lobo al descubierto, los que se depilan mejor que tú, los padres solteros, los músicos, el que se piensan que con animales ligará más... Los feos, los guapos, los orcos de Mordor que han venido de vacaciones de verano a tu ciudad... 

Mis amigas dicen que también hay gente normal. Ya les he dicho que claro, ¡estoy yo y yo soy normal! bueno, tampoco mucho pero quedaba muy bien si lo decía. 

En fin, no sé qué pasará... Pero pase lo que pase, no dudéis que os seguiré contando mis aventuras. Sobre todo los días que decido ir a la playa y termina tronando como hoy. 


pd. No salgáis todos corriendo a la ventana porque esto no ha pasado hoy, no me imagino tormentas con truenos... de momento no me drogo. 
Venga, disfrutad de la playa y el solecito que en nada nos vuelven a confinar. 


Valentina.